El CBD o cannabidiol, es extracto de cannabis completamente natural, rica en su historia como medicamento que se remonta miles de años atrás y conocido por sus posibles beneficios para la salud, en una gran variedad de productos y formas. Si bien este compuesto químico proviene de la marihuana el CBD no causa intoxicación en los usuarios, a diferencia de otro compuesto de la planta de marihuana como el THC, El CBD no tiene ningún efecto psicoactivo o que altere su carácter y/o personalidad, no hace que una persona se sienta “drogada” o intoxicada, por el contrario, aporta a mantener el balance corporal interno. Esto se debe a que el CBD y el THC actúande diferentes maneras en diferentes receptores en el cerebro y el cuerpo.
El hecho de que el CBD es terapéuticamente potente y no sea intoxicarte, lo convierte en una opción de tratamiento atractiva para aquellos que son cautelosos al probar el cannabis por primera vez.
El principal motivo para fumar o inhalar flores de cáñamo industrial, es que, al ser inhalado, el CBD es absorbido en mayor cantidad y en menor tiempo por nuestro organismo. Esto nos permite aprovechar sus beneficios de manera inmediata, sin necesidad que nuestro cuerpo digiera los productos como ocurre en el caso de los comestibles.
Se encuentran propiedades:
- Analgésicas
- Antinflamatorias
- Ansiolíticas
- Antitumorales
- Anticonvulsionantes
- Antipsicóticas
- Neuroprotectoras
Sin embargo, todos los organismos de salud mundial advierten sobre los riesgos de la exposición prolongada al humo en los pulmones, situación que no es distinta cuando se fuman flores de CBD. La combustión a altas temperaturas produce sustancias peligrosas para nuestro organismo. Aún no se conocemos todas las cualidades medicinales del CBD y queda mucho por investigar, pero según muchos estudios clínicos proporciona valor o potencial terapéutico para las siguientes patologías:
Dolor crónico, Fibromialgia, Enfermedades inflamatorias auto-inmune, como la artritis, Cáncer: tumores cerebrales (gliomas), de piel (melanoma y carcinoma cutáneos), de mama, de páncreas, de hígado y de próstata, entre otros; en el tratamiento paliativo, mejora síntomas de la quimioterapia como dolores físicos, náuseas, vómitos e insomnio. Ansiedad, estrés y depresión. Trastornos neurológicos: enfermedad de Alzheimer (EA), demencia, enfermedad de Parkinson (EP) y otros trastornos del movimiento, esclerosis múltiple, epilepsia refractaria o accidente cerebrovascular (ACV). Enfermedades neuro-psiquiátricas: esquizofrenia a, autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno por estrés postraumático (TEPT) y alcoholismo. Síndrome metabólico: obesidad y diabetes. Desórdenes cardiovasculares. Enfermedades inflamatorias intestinales (EII): enfermedad
de Crohn y colitis ulcerosa. Enfermedades inflamatorias crónicas de la piel: dermatitis, psoriasis y acne.
FDA Disclosure: Este producto y sus indicaciones no han sido evaluados por la FDA y no intentan diagnosticar, tratar o curar alguna enfermedad y/o condición.